¿Y por qué no?
Muchas veces las personas tenemos definidos tiempos; no me refiero a los tiempos que marca un horario o el reloj, más bien a los conceptos que se nos va dejando culturalmente, tienes que casarte, tienes que tener hijos, trabajar joven para jubilarse joven, etc. Estas concepciones de tiempos y estatus “esperados” logran grabarse en la mente de las personas, con el tiempo se pueden volver una barrera infranqueable, sobre todo porque quién la puso o levanto fuimos nosotros mismos, y por lo regular pelear con nosotros mismos siempre es muy complicado. Con este pequeño parteaguas me gustaría abordar el tema de la educación en adultos; no hablo de gente grande o vieja como se estila decir; hablo de la gente que por una u otra razón tuvo que dejar el estudio de lado. En nuestro inconsciente se va generando esta barrera que dice…”ya no puedo estudiar, mi tiempo ya pasó…” y es de este tiempo que me refiero más arriba en el texto. Desde mi experiencia los seres humanos de manera general nunca de